PROYECTO DICOEX
COMUNICACIÓN CON ACADÉMICOS Y
CIENTÍFICOS CHILENOS QUE VIVEN Y TRABAJAN EN EL EXTRANJERO
El Ministerio de Relaciones
Exteriores, a través de la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el
Exterior (Dicoex), asumió la tarea de
llevar a cabo una iniciativa presidencial, la cual es acercar y dar a conocer
en el país las actividades de la comunidad de chilenos repartidos por el mundo
(caracterizada como la “XIV región de Chile). En dicha comunidad existe un importante número de científicos y
académicos que trabajan en universidades de renombre y que anhelan y tienen
mucho que aportar al desarrollo de las ciencias, de nuestras universidades y en
términos más amplios, al de la sociedad toda.
De acuerdo a lo anterior, las autoridades de la Dirección han
resuelto iniciar algunas acciones específicas y para ello, se a planificado un
trabajo de largo plazo orientado a ese grupo de compatriotas que permita, tanto
a nuestros científicos que viven en el extranjero como a las instituciones
académicas y científicas nacionales, lograr una efectiva comunicación y
vinculación.
De acuerdo a ésa línea de
acción es que me ha sido solicitado preparar éste proyecto de trabajo que
contiene algunos de los fundamentos principales que motivan éstas acciones,
objetivos del mismo, acciones inmediatas de acuerdo a las directrices del programa general de Dicoex y que en ésta
oportunidad se propone a las autoridades universitarias con el objetivo de ser
un punto de partida para la elaboración de un convenio de cooperación y
coordinación entre Dicoex y su universidad y que apunte a lograr los objetivos
antes señalados.
2.- Expertos en Chile: preparación, capacitación, convenios y limitantes
Cuando se estudian los
diversos factores que determinan en el desarrollo de los países
industrializados resalta nítidamente el rol que juega el avance de las ciencias
y la investigación[1].
Es por ello que tanto el Estado como el sector privado de esas sociedades
invierten cada vez mayores sumas de capital en educación y desarrollan otros
métodos con el objeto de capacitar expertos y crear y mantener las condiciones
materiales óptimas para que sus científicos apliquen toda su capacidad
intelectual en la creación.
Chile, que avanza rápido en
su proceso de crecimiento económico y que puede seguir avanzando a pesar de no
poseer una importante base tecnológica propia, existe un insuficiente
desarrollo en el área de la investigación y creación científica y es más, se
está lejos de poder crear la tecnología que necesitan sus industrias. Nos
faltan científicos y técnicos en casi todas las disciplinas del saber y
formarlos toma tiempo, se requieren grandes inversiones para crear las
condiciones básicas necesarias para tenerlos y sobre todo, retenerlos. Esa
situación es imperioso revertirla y conocedores de esa limitante, autoridades
de gobierno, universidades y otros sectores de la sociedad, trabajan para
resolverla.
En efecto, en la preparación
y capacitación de expertos altamente calificados, se utilizan, fundamentalmente,
dos métodos: el primero, a través del mejoramiento y ampliación de la educación
en todos los niveles y en el caso que nos interesa, la formación profesional y
académica; el segundo, a través de acuerdos y convenios de colaboración
internacional que permitan, entre otros logros, el intercambio de información,
visitas de expertos extranjeros y el envío de profesionales y estudiantes a
cursos de capacitación y postgrado al
extranjero. En el segundo método se utilizan dos vías: unos a través de los
contenidos en los convenios de cooperación universitarios y otros, a través de
la iniciativa personal avalada por respaldo económico privado (por lo general
de sus familias).
En lo que se refiere a los
científicos que actualmente trabajan en el país, la mayor parte desarrolla
actividades de docencia en las instituciones de educación superior .
Investigación se hace en menor grado y se concentra en algunas universidades y
en pocos centros especializados. A
pesar que el Gobierno en los últimos años a aumentado los fondos destinados a
la investigación, todavía muchos proyectos de investigación científica son, en
parte o totalmente, financiados desde el extranjero. El sector privado muestra
escaso interés en ésta materia. A pesar que el país hace grandes esfuerzos para
preparar expertos no puede retenerlos a todos y muchos viajan al extranjero
continuando con el antiguo proceso de “exportación de cerebros” .
Los convenios universitarios internacionales:
objetivos y logros
Una cuestión de principios
que motiva a concordar acuerdos de intercambio y/o cooperación universitarios
es el logro de ventajas a todas las partes firmantes. La experiencia
internacional y sobre todo europea en éste terreno, nos muestra que en dichos
convenios se busca lograr a lo menos tres objetivos básicos y que son: 1) la
cooperación para el desarrollo de la investigación. Una expresión normal es la
coparticipación de expertos de distintas universidades en proyectos comunes. 2)
el intercambio académico y estudiantil. Ello conduce a una práctica común que
es cátedras de una universidad dictadas por académicos invitados -que trabajan
normalmente en universidades de otros países-; también el intercambio
estudiantil, en forma armónica y cada ves más masivo. y 3) el intercambio de
información y publicaciones especializadas. En los dos últimos objetivos, los
costos financieros que significan a cada participante (a veces determinantes)
son menores en relación al primero. Por ello, el conocimiento avanzado del
idioma inglés, tanto para académicos como estudiantes es como puente de comunicación, obligatorio. Los logros de estos
convenios saltan a la vista y es por ello que cada ves son más comunes,
profundos y exitosos.
En cambio, en el caso de
acuerdos firmados entre universidades de países latinoamericanos con sus
similares europeas, los resultados que se observan son diferentes. En términos
generales ésta cooperación es dispareja[2].
Poco es el aporte de las primeras. Se busca en primera instancia por una de las
partes, obtener recursos para financiar proyectos y/o cupos para el envío de
profesionales y estudiantes a cursos de especialización o postgrado. En cuanto
al intercambio académico –que es posible- nuestro continente no aporta mucho.
De ahí el escaso interés que muestran las universidades europeas por concordar
convenios de intercambio con nuestras instituciones ya que para ellas se
transforman en cooperación unilateral. Por último, los logros obtenidos no son
sobresalientes sobre todo, si se comparan con aquellos que muestra el intercambio
entre universidades europeas y con otros países adelantados.
A pesar de lo anterior, de
las distancias económicas entre las instituciones europeas y las nacionales y
de dificultades prácticas es posible revertir ésta situación Claro que todavía
nuestras instituciones no pueden aspirar a aprovechar las ventajas del
intercambio a través de las prácticas enunciadas anteriormente, por lo menos,
en el corto plazo. Si pensamos solamente en los dos últimos objetivos
enunciados veremos que no es posible invitar a académicos extranjeros (que no
hablen español) a dictar sus cátedras en inglés en nuestras aulas; la gran
mayoría de nuestros estudiantes muestran un nivel bajo de conocimiento de ese
idioma. Incluso es más, muchos académicos y profesores tampoco pueden hacerlo.
Por lo mismo, tampoco es posible introducir, en forma generalizada y como
literatura obligatoria en sus materias de estudio, libros en ése idioma. Esa es
una real limitación que imposibilita seguir los ejemplos antes enunciados[3].
Pero, es posible y a través de otras vías, lograr esos objetivos y en el corto
plazo. Y hacia allá apunta éste proyecto.
3.-
Objetivos del proyecto
El objetivo de éste proyecto
(que no está inserto en ningún plan de retorno de académicos y científicos
chilenos) es elaborar un programa –que se mantenga en el largo tiempo e inserto
en el programa general del Departamento de Relaciones Internacionales de la
Universidad- que lleve a un número
significativo de científicos y académicos chilenos que trabajan en el
extranjero -y que continuarán haciéndolo-, a participar activamente en la vida
académica de la universidad a través de un programa que involucre a sus
instituciones académicas, a ellos como compromiso individual, la universidad y
Dicoex. Para la implementación de dicho proyecto y su éxito es determinante un
trabajo coordinado entre las dos últimas instituciones nombradas.
En el largo plazo, ésta vía de comunicación y vinculación de la
universidad con nuestros compatriotas llevará, de forma natural, a la
ampliación con mayor equilibrio del intercambio entre nuestras universidades y
toda y todas las instituciones extranjeras donde trabajen científicos y
académicos chilenos.
Y al nivel interno de las
universidades nacionales, lograr como un proceso normal en la vida académica
que muchas cátedras, cursos de especialización, proyectos de investigación y
otras actividades académicas cuenten con la participación activa de académicos
y especialistas tanto chilenos como extranjeros que trabajen en instituciones
similares fuera del país así como que éstas cuenten con el concurso de nuestros
expertos.
4.- Académicos y científicos chilenos en el
extranjero
Existe un número importante
de académicos y científicos chilenos en todas las disciplinas del saber, que
trabajan ya sea en forma permanente o temporal en diversas universidades del
extranjero y allí, desarrollan todas sus capacidades intelectuales en la
actividad académica y/o científica. Estos conocen el idioma del país donde
laboran, sus métodos de trabajo, los sistemas de funcionamiento de dichas
universidades y por último, siendo lo más importante, sus conocimientos son
avanzados. Muchos trabajos de éstos compatriotas están directamente
relacionados con nuestra realidad nacional.
La estadía de estos chilenos
en el extranjero -en el mayor de los casos- se puede definir como permanente.
Las vertientes principales que han dado formación a éste grupo (que tiene
algunas características especiales) son: a) aquellos que han salido a continuar
estudios de postgrado de los cuales no todos regresan al terminar sus estudios;
b) aquellos que han salido a trabajar ya siendo especialistas (“fuga de
cerebros”), c) aquellos que se han formado después de una prolongada estadía en
el extranjero (de los cuales algunos retornaron y que por diversas razones han
vuelto a salir del país) y por último, un importante número de especialistas
que son hijos de aquellos que emigraron pero que mantienen vínculos afectivos
con Chile (es importante recordar que el Gobierno de Chile ha enviado al Parlamento
un proyecto de ley que apunta a facilitar la obtención de la nacionalidad
chilena para aquellos que son hijos de chilenos y que han nacido en el
extranjero).
Entre las múltiples causas
que influyen para que muchos de estos expertos no residan en el país se pueden
indicar: a) problemas de convalidación de estudios y habilitación profesional
en Chile, b) falta de centros de investigación o deficientes condiciones
materiales para desarrollar actividad científica y c) insuficientes
expectativas de sueldo, d) problemas personales o familiares, etc.
Hoy en día, a pesar de las
dificultades antes mencionadas, unos pocos académicos que viven en el
extranjero mantienen contactos individuales con instituciones de educación
superior del país. Un número menor lo hace a través de instituciones
internacionales y/o extranjeras.
Una parte importante de
aquellos talentos que no tienen vínculos activos con el país tienen el profundo
anhelo de crear, mantener y reforzar éstos y en lo posible, si existen algunas
condiciones, aportar con sus conocimientos al desarrollo de nuestra sociedad.
Ellos pueden dictar sus cátedras, desarrollar y enseñarnos parte o todos sus
proyectos de investigación, pueden darnos a conocer sus trabajos publicados y
en castellano, etc. Y sin renunciar a sus universidades de origen.
Es importante destacar que
además de obtener su participación personal en la vida universitaria chilena,
cada académico chileno que esté vinculado con una universidad nacional será el
mejor embajador de ésta en la misión de gestar, ampliar y llevar al éxito
programas de colaboración amplios con su institución de origen.
Vías de acercamiento: motivación personal,
participación institucional, conocimiento mutuo.
Este proyecto de trabajo
muestra nuevas formas de acercamiento y comunicación con nuestros talentos del
exterior que permitan a la mayoría de ellos tener una vinculación activa
y permanente con el país. Y para contar con la participación activa y
permanente de éstos en la vida académica de nuestras universidades no es
suficiente, por si solo, firmar convenios de cooperación con las universidades
donde trabajan. También se debe actuar al nivel personal y además, debe existir
un conocimiento e interés mutuo.
Por lo expresado
anteriormente es que se destaca la necesidad de coordinar esfuerzos entre
diferentes organismos nacionales como Dicoex y la universidad para que puedan
llegar a dos niveles distintos: al personal, es decir, acercarse al científico
o académico mismo -como persona- en su calidad de ciudadano chileno con todas
las motivaciones que ello conlleva; el otro, al nivel institucional es decir
comunicarse con la institución donde trabaja; y el tercero a través del
intercambio de información científica en forma directa y personal. Para el primero, las condiciones objetivas
muestran que lo puede lograr el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de
sus diversas direcciones y para los otros, tanto el primero como la universidad
a través de sus vías habituales y oficiales.
Los beneficios que se
obtendrán de un proyecto de ésta naturaleza serán importantes para todos
los participantes de ésta experiencia.
Nuestros compatriotas lograrán una vinculación activa con el país y la
universidad ganará mucho en mayor conocimiento y experiencia internacional. Es
más provechoso para la universidad tener como invitado a un académico que
enseñe a 100 estudiantes en su idioma durante 1 semestre o año, que enviar 10
estudiantes a estudiar al extranjero durante 1 año. Además, tanto la
universidad chilena como la colaboradora comprometerán menos recursos lo que
significará menos restricciones para convenir acuerdos de intercambio por parte
de nuestra contraparte.
Esta nueva vía no significa desechar las formas tradicionales de
seguir enviando profesionales y estudiantes a cursar estudios al extranjero.
Por el contrario, su objetivo es buscar nuevos caminos que permitan mejorar los
resultados de los convenios ya acordados, ir ganado en experiencia para un
mayor intercambio de académicos y al mismo tiempo vincular a nuestros
compatriotas del extranjero a la vida de nuestra universidad. En un futuro
inmediato, acelerará y hará más fructífero el intercambio bilateral y armónico
tanto de académicos como información entre las instituciones participantes.
5.- Plan de
acción: en el corto y largo plazo
Como proyecto de carácter
permanente y que abarque a todos los países donde vivan y trabajen académicos
chilenos, se recomienda iniciar el proceso primero con un país y para ello se
recomienda Suecia. Por ya existir
conversaciones avanzadas a nivel del Dicoex con La Universidad de Barcelona,
España es un caso especial. Ello no invalida que se pueda ir trabajando
simultáneamente con otros países, además de continuar con aquellas
universidades del extranjero con las cuales ya su universidad tiene convenios
vigentes.
El caso especial de Suecia.
a) Chile
mantiene excelentes relaciones diplomáticas con ése país. b) Las
representaciones chilenas (Embajada, consulados) en aquel país mantienen una
excelente relación tanto con las autoridades suecas como con nuestros
compatriotas. Ello facilita el trabajo de comunicación. c) Existe un número
importante de académicos e investigadores chilenos en Suecia los cuales
mantienen fuertes vínculos con su país natal. d) La tradicional política de
cooperación tanto del gobierno sueco como de sus instituciones educacionales
con Chile facilitan el trabajo de obtener la información que se requiere.
Además, varias universidades chilenas
han firmado convenios de intercambio con sus similares suecas lo que permite
sistematizar rápidamente la información. e) Suecia mantiene un registro
actualizado de todos los académicos e investigadores que trabajan en sus 5
universidades (todas estatales) que incluye, naturalmente, a los chilenos. f)
Las bibliotecas de las universidades suecas están perfectamente organizadas y
mantienen actualizadas las
publicaciones e información sobre Chile. Además, su política de intercambio y
cooperación internacional facilita el logro de los objetivos señalados en el
proyecto.
Las primeras acciones a iniciar son:
a) Confeccionar un catálogo o listado de académicos
e investigadores chilenos en el exterior. Se comenzará con Suecia.
b) Formación en la biblioteca de la universidad de
una sección especial que contenga los trabajos científicos publicados por
compatriotas en el extranjero. Para ello es necesario contactar tanto a las
autoridades de nuestra biblioteca como a las similares extranjeras.
c) Iniciar un programa de información y comunicación
orientado en dos sentidos: 1) hacia el interior de la universidad dando a
conocer toda la información que se reúna acerca de nuestros científicos del
exterior, sus actividades académicas, publicaciones, etc. Y 2) hacia el
exterior informando a sus congéneres extranjeras de la vida académica de su
universidad, sus programas de investigación, logros, etc.
6.- Personal , costos y duración del proyecto
Personal involucrado en el
proyecto
Al suscribir su universidad
un convenio de cooperación con Dicoex, se contará con la colaboración activa de
ésta Dirección del Ministerio de Relaciones Exteriores, su infraestructura y
personal diplomático especializado en todo el mundo lo que hará más ágil la
comunicación con los científicos nacionales y/o universidades extranjeras. Y en
el caso de la Universidad, está toda su estructura institucional especializada.
Un aspecto básico de éste
proyecto es que es armónico con el trabajo, métodos y decisiones de la
Dirección de Relaciones Internacionales de la universidad y que para asegurar
su éxito cuenta con el apoyo y colaboración de Dicoex. Por lo tanto es
importante crear una instancia de coordinación entre ellas.
Dicoex propone como coordinador del proyecto en
base a las características especiales del universo al cual está dirigido el
proyecto, métodos a emplear, conocimiento del tema y de nuestra Dirección en
particular, perfil académico, contratar los servicios profesionales del autor
del proyecto.
Financiamiento
Las universidades
extranjeras financian (directa o indirectamente) los proyectos de investigación
y actividades docentes de sus académicos. Y cuando están referidos a temas con
otros países, en su preparación es importante para éstos asegurar una
institución de acogida y apoyo en el extranjero y en forma preferencial que sea
de carácter estatal. Ese es el
fundamento de éste proyecto.
Por ello es que los recursos
que la universidad determina necesarios para sus actividades específicas y
normales no serán alterados. El único nuevo costo para su universidad será el
coordinador antes mencionado.
Duración
Indefinida en el tiempo.
Ph.D.(c) Juan Medina Castillo
Santiago, Abril del 2001
[1] Concepto que se define como “ actividad encaminada al descubrimiento de nuevos conocimientos en el campo de las ciencias, las artes o las letras.” Diccionario Larousse, pag.568, 1998.
[2] Conclusión entregada al Consejo Superior de la Universidad de Gotemburgo, Suecia por su Dirección de Relaciones Internacionales el año 1995, al analizar los resultados obtenidos por los convenios de cooperación e intercambio firmados entre dicha Universidad y sus similares latinoamericanas. En dicho informe se incluía un par de universidades chilenas.
[3] Distinto es el caso de las universidades españolas, pero no debemos olvidar que éstas dan prioridad a su intercambio con el resto de las similares de Europa. Las razones son obvias.