Capítulo .- 7 "Introducción a la Microeconomía: Los Precios y la Pobreza"
Rama de la economía que estudia las acciones y reacciones individuales de los agentes económicos y de pequeños grupos bien definidos de individuos. Su propósito es analizar como se realiza la determinación de los precios relativos de los bienes y factores preactivos y la asignación de estos últimos entre los diversos empleos. Difiere de la Macroeconomía en el nivel de agregación en que son estudiados los fenómenos económicos, aunque ambas son complementarias. La microeconomía estudia las unidades individuales de decisión tales como la empresa, el consumidor el trabajo y el capitalista
Distribución de los recursos en el mercado. La Oferta y la Demanda.
Habrá una situación de equilibrio entre
la oferta y la demanda cuando, a los precios de mercado, todos los consumidores
puedan adquirir las cantidades que deseen y los oferentes consigan vender todas
las existencias.
El precio y la cantidad de producto que se intercambiará
realmente en el mercado queda determinado automáticamente como consecuencia de
la forma de las curvas de oferta y demanda del producto. Si el precio es muy
alto, los productores estarán ofreciendo mucho más producto del que demandan
los consumidores por lo que se encontrarán con excedentes, cantidades que no
pueden vender, por lo que reducirán sus producciones y bajarán los precios.
Por el contrario, si el precio resulta ser demasiado bajo, las cantidades
demandadas serán mayores que las ofrecidas por lo que se producirá escasez.
Algunos consumidores estarán dispuestos a pagar más dinero por ese bien. El
precio y la cantidad producida aumentarán.
Elasticidad y demanda.
En un mercado ideal, de libre competencia, tanto
si es de bienes y servicios como si es de factores, llegarán los demandantes
tratando de obtener la mayor cantidad de bienes al precio más bajo posible. Así
se configura la demanda.
Hay algunos bienes cuya demanda es muy sensible al precio, pequeñas
variaciones en su precio provocan grandes variaciones en la cantidad demandada.
Se dice de ellos que tienen demanda elástica. Los bienes que, por el contrario,
son poco sensibles al precio son los de demanda inelástica o rígida. En éstos
pueden producirse grandes variaciones en los precios sin que los consumidores
varíen las cantidades que demandan. El caso intermedio se llama de elasticidad
unitaria.
La elasticidad de la demanda se mide calculando el porcentaje en que varía
la cantidad demandada de un bien cuando su precio varía en un uno por ciento.
Si el resultado de la operación es mayor que uno, la demanda de ese bien es elástica;
si el resultado está entre cero y uno, su demanda es inelástica.
Los factores que influyen en que la demanda de un bien sea más o menos
elástica son:
1) Tipo de necesidades que satisface el bien. Si el bien es de primera
necesidad la demanda es inelástica, se adquiere sea cual sea el precio; en
cambio si el bien es de lujo la demanda será elástica ya que si el precio
aumenta un poco muchos consumidores podrán prescindir de él.
2) Existencia de bienes sustitutivos. Si existen buenos sustitutos la
demanda del bien será muy elástica. Por ejemplo, un pequeño aumento en el
precio del aceite de oliva puede provocar que un gran número de amas de casa se
decida por usar el de girasol.
3) Importancia del bien en términos de coste. Si el gasto en ese bien
supone un porcentaje muy pequeño de la renta de los individuos, su demanda será
inelástica. Por ejemplo, el lápiz. Las variaciones en su precio influyen muy
poco en las decisiones de los consumidores que desean adquirirlos.
4) El paso del tiempo. Para casi todos los bienes, cuanto mayor sea el
período de tiempo considerado mayor será la elasticidad de la demanda. Puede
ser que al aumentar el precio de la gasolina, su consumo no varíe mucho, pero
al pasar el tiempo podrá ser substituida en algunos de sus usos por el carbón,
en otros usos por el alcohol, de forma que la disminución en la demanda sólo
se nota cuando pasa el tiempo.
5) El precio. finalmente hay que tener en cuenta que la elasticidad de la
demanda no es la misma a lo largo de toda la curva. Es posible que para precios
altos la demanda sea menos elástica que cuando los precios son más bajos o al
revés, dependiendo del producto de que se trate.
Hay diferentes clases de elasticidad. El fenómeno que hemos estado
analizando bajo el nombre de "elasticidad" a secas, podríamos haberlo
llamado con mayor propiedad elasticidad-precio ya que se trataba de medir la
sensibilidad de la demanda a las variaciones en los precios. Pero la demanda
puede ser también más o menos sensible a otros factores. Llamaremos
elasticidad-renta a la medida de la sensibilidad de la demanda de un bien a las
variaciones en la renta del consumidor. Llamaremos elasticidad cruzada a la
medida de la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en el
precio de otros bienes.
Según vimos antes, cuando la renta de un individuo aumenta, su consumo
de todos los bienes aumentará también. Sin embargo eso no es siempre cierto.
Hay algunos bienes, los llamados bienes inferiores, que se caracterizan por el
hecho de que al aumentar la renta de los individuos disminuye el consumo de
ellos. El ejemplo clásico es el de las patatas o, en general, el de los
alimentos ricos en féculas. Conforme aumenta la renta de los individuos y de
las sociedades, estos alimentos son substituidos por otros más ricos en proteínas,
la carne, por ejemplo. Hay otros bienes, por el contrario, cuyo consumo aumenta
más que proporcionalmente al aumentar las rentas. Son los bienes de lujo.
Para medir la sensibilidad de los bienes a las variaciones en la renta de
los individuos se utiliza el concepto de elasticidad-renta: porcentaje en que
varía la cantidad demandada de un bien cuando la renta del consumidor varía en
un uno por ciento. En el caso de los bienes inferiores, la elasticidad-renta es
negativa ya que el aumento de ésta provoca la contracción de la demanda de
aquellos. La elasticidad-renta de los bienes de lujo es muy alta ya que las
variaciones en la renta provocan grandes variaciones en la cantidad demandada.
Los bienes de primera necesidad, a diferencia de los bienes inferiores, tienen
la elasticidad-renta de la demanda positiva pero muy pequeña, en otras
palabras, su demanda es inelástica con respecto a la renta. Finalmente, los
bienes normales mostrarán una elasticidad-renta unitaria, es decir, su demanda
aumentará aproximadamente en la misma proporción en que lo haga la renta de
los individuos.
Las relaciones que existan entre bienes permiten otra forma de
clasificación. Se llaman bienes complementarios a los que son consumidos
conjuntamente: los coches y la gasolina, los canarios y las jaulas. La
peculiaridad de estos bienes es que cuando aumenta el precio de uno disminuye la
cantidad demandada del otro. El fenómeno opuesto puede observarse en el caso de
los bienes sustitutivos o sustituibles, los que pueden utilizarse de forma
alternativa: el aceite de oliva y el de girasol. En este caso el aumento del
precio de uno provoca el aumento de la cantidad demandada del otro.
Para medir la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en
el precio de otro se utiliza la elasticidad cruzada: porcentaje en que varía la
cantidad demandada de un bien cuando el precio de otro varía en un uno por
ciento. La elasticidad cruzada será positiva si las variaciones en el precio y
en la cantidad demandada van en el mismo sentido, es decir, en el caso de los
bienes sustitutivos. Como el sentido del cambio es diferente entre el precio y
la demanda de los bienes complementarios, su elasticidad cruzada será negativa.
Oferta y costos marginales.
Veamos ahora los argumentos de los oferentes y cómo se configura la curva de oferta. Su reacción a los precios será la opuesta: si los precios del trigo son altos se producirá mucho trigo, pero si los precios bajan, los agricultores destinarán sus tierras al cultivo de otros cereales y la cantidad de trigo que llegará al mercado será menor.
Distribución de los ingresos, La teoría neoclásica.
La curva de Lorenz es una forma gráfica de mostrar la distribución de la renta en una población. En ella se relacionan los porcentajes acumulados de población con porcentajes acumulados de la renta que esta población recibe. En el eje de abcisas se representa la población "ordenada" de forma que los percentiles de renta más baja quedan a la izquierda y los de renta más alta quedan a la derecha. El eje de ordenadas representa las rentas.
En la gráfica se muestran como ejemplo la representación de dos países imaginarios,
uno en azul y otro en rojo. La distribución de la renta en el país azul es más
desigual que en el país rojo. En el caso del país azul, el cuarenta por ciento
más pobre de la población recibe una renta inferior al veinte por ciento del
total del país. En cambio, en el país rojo, el cuarenta por ciento más pobre
recibe más del veinte por ciento de la renta. La línea diagonal negra muestra
la situación de un país en el que todos y cada uno de los individuos obtuviese
exactamente la misma renta; sería la equidad absoluta. Cuanto más próxima esté
la curva de Lorenz de la diagonal, más equitativa será la distribución de la
renta de ese país.
Otra forma de observarla curva de Lorenz es estimando el área de la superficie que se encuentra entre la curva y la diagonal. En la gráfica de la izquierda nos podemos fijar en el área de color rozado. Cuanto más pequeña sea este área, más equitativa será la distribución de la renta del país representado.
Basándose en esta idea y partir de los datos que ofrecen las curvas de Lorenz se puede calcular el índice Gini, el cociente entre el área que se encuentra entre la curva y la diagonal y el área del triángulo bajo la diagonal. En el gráfico adjunto, el índice se calcularía como el cociente entre el área rosada y el triángulo coloreado (áreas rosa y verde). Cuanto mayor sea el índice Gini, más equitativa es la distribución de la renta.